Convivir con una cardiopatía en la edad adulta
A pesar de que no tuvieron las mismas posibilidades de reparación de su cardiopatía como la que tienen ahora los niños y las niñas que nacen con este diagnóstico, son personas que tienen una calidad de vida bastante buena que les ha permitido crecer y hacerse mayores sin muchas complicaciones.
El seguimiento médico es esencial para avanzarnos a los problemas
Antes, cuando había una cirugía de cardiopatía congénita se hablaba de corrección y muchos adultos recibieron el alta de sus centros pensando que estaban curados. Ahora, este término ya no se usa, porque no es preciso, ya que lo que se hace es una reparación y aunque vivan con una buena calidad de vida, pueden haber etapas donde no se encuentren tan bien y lleguen momentos de cambio en su salud, que se pueden vivir con angustia y miedo. Es por eso que el seguimiento médico es esencial para avanzarnos a los problemas que puedan venir.
Solo un 20% de los adultos con cardiopatía congénita lleva un seguimiento médico adecuado. El primer motivo para dejar de acudir a las consultas del cardiólogo es encontrarse bien y, por lo tanto, no ver la necesidad de seguir los controles y abandonar las consultas. La vuelta al entorno médico se producirá, pues, por complicaciones graves, que se podrían haber prevenido con un seguimiento adecuado.
Aun así, ahora, los chicos y las chicas cuando tienen 18 años se les deriva a la Unidad de Cardiopatía Congénita del Adulto (UCCA), para facilitar el paso de la edad pediátrica a la edad adulta y garantizar así la continuidad de los controles médicos.
Construyendo la familia
La vida adulta comporta el establecimiento de vínculos de pareja y la construcción de una familia, pero estas relaciones, para las personas que tienen una cardiopatía, pueden estar marcadas por la vivencia de la enfermedad. Decisiones como tener hijos o no tener, la sobreprotección por parte del cónyuge sano, que la persona con cardiopatía se sienta incomprendida o no escuchada, que las limitaciones que se puede encontrar en el día a día, como por ejemplo la falta de energía, pasen desapercibidas o se les reste importancia…
Integrarse en el mundo laboral
Es muy importante conocer las necesidades, las limitaciones, los recursos y las potencialidades de cada persona para integrarse en el mundo laboral.
Hay personas que habrán podido trabajar con normalidad, pero cuando hay un cambio en su estado de salud, pueden presentar dificultades para continuar sus funciones laborales y se encuentran que tienen que cambiar de trabajo, disminuir horas de trabajo, o dejar de lado expectativas profesionales que puedan condicionar su situación económica y también la personal. Todos estos cambios pueden provocar desaliento, miedo al futuro, incertidumbre, rabia e impotencia.
La edad adulta es un momento en el que hay que plantearse cambios que impliquen trabajos más tranquilos, de menos esfuerzo, en entornos adecuados, que no requieran largos desplazamientos, ni jornadas laborales largas. Es importante que la persona busque nuevos puntos de interés, nuevos retos y diseño de nuevos proyectos de futuro.
La actividad física ideal para ti
La práctica regular de ejercicio físico es clave para mantener un buen estado de salud y prevenir las repercusiones de la cardiopatía. No solo es beneficiosa para el corazón, sino también para la mente y el bienestar emocional. Pero es importante saber muy bien qué tipo de ejercicio es aconsejable según tu patología. Mediante una prueba de esfuerzo y un estudio individualizado, se pueden determinar qué ejercicios son los más idóneos, seguros y con garantías de éxito para tu salud cardiovascular.