
El clima está cambiando: aparecen más sequías, precipitaciones más intensas y un aumento extremo de la temperatura. España es uno de los países que está más afectado por el cambio climático y dónde más notaremos sus repercusiones.
Hay muchos factores que influyen en el cambio climático: los cambios de la radiación solar, de la atmósfera, del ciclo del agua, de la superficie terrestre… Todos estos cambios hacen que se emitan una serie de gases, llamados gases de efecto invernadero, que retienen más energía en la atmósfera. Es cómo si cada vez estuviéramos poniendo una manta más densa que hace que se escape menos energía y que la atmósfera quede más caliente.
Durante los próximos diez años, se prevé que la temperatura continúe aumentando. Se calcula que la media anual de la temperatura media global será de entre 1,1 °C y 1,8 °C más alta que la media durante cada año del periodo 2023-2027. Esta trayectoria tampoco cambiará durante los próximos treinta años y, independientemente del que basura, la atmósfera se continuará calentando. El sistema climático no se estabilizará al menos hasta finales de siglo. No hay vuelta atrás. El clima de la tierra no volverá a ser el que era. Tendremos una nueva atmósfera y un nuevo clima que será diferente y nos llevará otros tipos de retos.
Tenemos que ser conscientes que esto es el que pasará. Pero no nos quedamos solo con las malas noticias. Centrémonos en el hecho que conocemos el escenario que tenemos y el que tenemos que hacer es buscar como actuamos de manera individual y también como sociedad para afrontar los nuevos retos y ponernos en la mejor de las situaciones posibles.

El impacto del cambio climático en la salud cardiovascular
Las temperaturas extremas impactan en la salud cardiovascular, porque el que hacen es desestabilizar las personas que ya tienen problemas. Sabemos que tienen más riesgo las mujeres que los hombres. Que uno de los factores más importantes son las condiciones de vida y la infraestructura de la vivienda: quién vive en una casa que tiene un buen aislamiento y que tiene aire acondicionado estará menos expuesto al riesgo, y que la persona que vive acompañada tendrá menos riesgo que la persona que vive suela. También, que el riesgo aumenta a partir de los 65 años.
Haciendo un símil con el boxeo, el calor mata por KO: el impacto se nota hasta los tres días posteriores a la exposición a las altas temperaturas. En cambio, el frío mata por puntos: su efecto es acumulativo y se tarda más o menos una semana a verlo. Con el cambio climático tendremos menos olas de frío, pero aumentará el impacto asociado a las olas de calor que tienen un “efecto cosecha”, puesto que la que provoca más mortalidad suele ser la primera del año.
Será importante, pues, contar con un sistema de prevención basado en lo alerta temprana de estos fenómenos para que puedan actuar tanto los servicios sanitarios como los servicios sociales.
El problema del cambio climático no desaparecerá por mucho que ahora estemos intentando frenarlo. La naturaleza del problema hace que necesitamos tiempo para cambiar la situación. Es como una enfermedad crónica con que tenemos que convivir y nos tenemos que preparar. Es como las enfermedades cardiovasculares que requieren un tratamiento seguido y una atención continuada.
*Esta información está extraída de la conferencia ‘Consecuencias del cambio climático en la salud cardiovascular’ del X Congreso de Pacientes cono Enfermedades Cardiovasculares de Cardioalianza (mayo 2024).
Este artículo forma parte de la Revista 29 de la Fundación CorAvant y de la Asociación de Cardiopatías Congénitas (AACIC).