Dos madres ucranianas y sus hijas están compartiendo un piso en Castellterçol. Las dos ya trabajan con contrato y se sienten valientes e ilusionadas para afrontar esta nueva etapa.
Cuatro personas de una familia ucraniana han vuelto a Kiev con la esperanza de no tener que volver a irse. La hija pequeña ha decidido quedarse en Moià y probar suerte con su pareja.
Una familia ucraniana se ha ido a Alicante a empezar allí una nueva vida.
Junto con el Consell Comarcal del Moianès, la estrategia que estamos siguiendo con las familias ucranianas acogidas dentro del proyecto de la Fundación CorAvant que todavía están en Cataluña es dejar de mirarlas como refugiadas y pasarlas a mirar como migrantes, trabajar para que se integren dentro de nuestro sistema social, ayudarlas a encontrar trabajo, y también que puedan recibir las ayudas que les hagan falta para poder ser autónomas en todos los niveles.