También hemos tenido mucho en cuenta los vínculos que las familias ucranianas habían creado en los centros de acogida donde estaban en Polonia y también durante el trayecto hasta Barcelona. Queríamos que las familias que habían tenido más relación estuvieran cerca y, por eso, hemos buscado familias de acogida que vivieran cerca para que pudieran mantener el contacto unas y otros.
Desde la entidad, hemos hecho una selección muy cuidadosa y personalizada porque no queríamos romper estos vínculos, ya que sabíamos que harían más fácil la adaptación de las familias recién llegadas a nuestro país.